El protocolo internacional conocido como ciclo WLTP se estableció para evaluar los consumos y emisiones de los automóviles con el propósito de su homologación posterior. Antes del año 2017, el ciclo NEDC era el estándar para medir estos aspectos en los vehículos matriculados hasta ese momento. Sin embargo, debido a numerosas controversias y mediciones poco precisas en algunos casos, a partir del 1 de enero de 2019, la Unión Europea implementó el ciclo WLTP como obligatorio para todos los automóviles.
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Cómo funciona el ciclo WLTP
El procedimiento del ciclo de prueba WLTP se lleva a cabo en un banco de pruebas especializado y consta de cuatro fases, totalizando un recorrido de 23,25 kilómetros. Estas fases se dividen en dos etapas urbanas, que constituyen el 52% del recorrido, y dos etapas extraurbanas con una duración de 30 minutos. Estas pruebas se diseñan para replicar la rutina diaria de un ciudadano promedio en su trayecto desde casa hasta el trabajo, por ejemplo.
Con el objetivo de reflejar las condiciones reales de conducción, las pruebas se llevan a cabo en diversos escenarios, manteniendo una intensidad constante en las aceleraciones. Los vehículos son evaluados a velocidades que oscilan entre 0 y 130 km/h, con una velocidad media de 46,5 km/h, una cifra considerablemente mayor que la utilizada en el ciclo anterior, el NEDC.
Además, para aumentar la precisión de las mediciones, se realizan pruebas a diferentes temperaturas: una a 15 grados centígrados y otra a 23 grado. Se tienen en cuenta factores como las variaciones de peso entre las diferentes versiones de cada modelo, así como el equipamiento estándar y opcional. Como resultado, el test proporciona una cifra media (combinada) altamente representativa que se aproxima significativamente al consumo real que un conductor experimentará con su vehículo.
Qué es el ciclo WLTP
El ciclo WLTP es por sus siglas en inglés, o Procedimiento Mundial Armonizado de Vehículos Ligeros en español. Representa un cambio significativo en la evaluación de automóviles en España y a nivel internacional. Su objetivo principal es medir el consumo y las emisiones en condiciones de conducción que se asemejen lo más posible a la realidad. Esta normativa, introducida por la Unión Europea, incorpora cuatro aspectos clave:
- RDE: siglas en inglés para emisiones en condiciones reales de conducción.
- EVAP: pruebas de evaporación para medir las emisiones del depósito.
- FCM : monitorización del consumo que evalúa la discrepancia entre los resultados del banco de pruebas y la lectura del vehículo, con un límite del 5% de diferencia.
- ISC: ampliación de las condiciones de prueba, incluyendo la evaluación de coches usados:
Este conjunto de reglas busca ofrecer una representación más precisa del rendimiento ambiental y del consumo de los vehículos, asegurando estándares más estrictos y precisos para la industria automotriz. ¿Deseas saber más sobre cómo estas normativas afectan a los modelos disponibles en el mercado? ¡Te invitamos a explorar nuestra amplia gama de vehículos nuevos Skoda y descubrir cuáles son los coches con los mejores índices de consumo!
Diferencias en la interpretación de los consumos
Las cifras de homologación para los coches eléctricos, aunque medidas de la misma manera que los vehículos tradicionales, pueden ser confusas al interpretarlas. A diferencia de los automóviles de combustión interna, los coches eléctricos consumen menos energía en entornos urbanos y más en carreteras de alta velocidad. Esto significa que la autonomía oficial declarada por un coche eléctrico puede diferir significativamente de la realidad experimentada por el conductor después de recorrer 100 km. Consulta nuestros modelos electrificados como el Skoda Enyaq iV o el Skoda Superb iV y comprueba su autonomía eléctrica.
Impacto de la velocidad en la autonomía
En carreteras de alta velocidad, los coches eléctricos tienden a aumentar considerablemente su consumo energético, lo que puede hacer que la autonomía real disminuya más rápido de lo que sugieren las lecturas del panel de instrumentos. Cuidar la autonomía también significa cuidar la batería de tu coche eléctrico.
En cambio, en entornos urbanos, el sistema de frenada regenerativa facilita la reducción del consumo y, por ende, aumenta la autonomía. Esto ha suscitado controversias en torno a los ciclos de prueba WLTP para coches eléctricos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos ciclos están meticulosamente calculados y las cifras combinadas proporcionadas son representativas. La variabilidad real depende en última instancia del estilo de conducción y del uso individual de cada automóvil.
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