El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) se aplica en algunos países, principalmente en España.
En AMS Conde, te proporcionamos información detallada sobre este impuesto.
Es un impuesto que grava la titularidad de vehículos de motor y cuya recaudación se destina a los municipios para sufragar gastos relacionados con la movilidad y el mantenimiento de la infraestructura viaria.
¿Qué es el IVTM?
También es conocido como Impuesto de Circulación, es un tributo local que grava la titularidad de los vehículos de motor aptos para circular por las vías públicas.
El importe varía según las características del vehículo, como la potencia fiscal, la cilindrada, el tipo de combustible, el tipo de vehículo (turismo, camión, motocicleta, etc.), la antigüedad del vehículo, y la normativa fiscal establecida por cada ayuntamiento.
Los propietarios de vehículos están obligados a pagar este impuesto anualmente y su recaudación se destina a financiar los servicios y obras municipales, como el mantenimiento de las carreteras locales, la mejora de la movilidad urbana y otros servicios relacionados.
Qué vehículos pagan el impuesto de matriculación
La legislación española establece que deben pagarlo todos los vehículos que sean aptos para circular por las vías públicas, independientemente de su uso, ya sea particular o comercial. Esto incluye los siguientes tipos de vehículos:
- Turismos
- Motocicletas y ciclomotores
- Camiones y furgonetas
- Autobuses y autocares
- Vehículos industriales
- Remolques y semirremolques
¿Dónde y cómo se paga?
Se paga en el ayuntamiento correspondiente al lugar de residencia del titular del vehículo. Cada municipio tiene sus propios procedimientos y plazos para su pago, por lo que es importante consultar la normativa específica de tu localidad para obtener instrucciones precisas.
Es fundamental cumplir con los plazos establecidos para evitar posibles recargos o sanciones por pago fuera de término.
Precio del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica
Varía dependiendo de varios factores, incluyendo el tipo de vehículo, la potencia fiscal, la cilindrada, el tipo de combustible, la antigüedad del vehículo y el municipio en el que esté registrado el vehículo.
Cada ayuntamiento establece sus propias tarifas dentro de los límites establecidos por la legislación nacional, por lo que los precios pueden diferir de una localidad a otra. Por ejemplo, no es igual el de un vehículo urbano que el de un vehículo de recreo o industrial.
Para conocer el precio exacto para un vehículo específico, es necesario consultar la ordenanza fiscal del ayuntamiento correspondiente al lugar de residencia del titular del vehículo. Esta ordenanza incluirá información detallada sobre las tarifas aplicables, así como los criterios utilizados para calcular el importe.
Qué sucede si no lo pago
Puede tener varias consecuencias negativas para el propietario del vehículo:
- Recargos e intereses de demora: estos recargos pueden incrementar significativamente el importe a pagar.
- Procedimientos de embargo: en casos de impago prolongado, el ayuntamiento puede iniciar procedimientos de embargo sobre el vehículo para recuperar la deuda. Esto puede implicar la inmovilización del vehículo o su subasta pública para saldar la deuda pendiente.
- Multas y sanciones: estas sanciones pueden variar según la normativa local y la gravedad del incumplimiento.
- Limitaciones administrativas: como la imposibilidad de realizar trámites de transferencia de titularidad, renovación de permisos de circulación o inspección técnica vehicular.
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